En la vasta historia de la humanidad, existen lugares que han sido testigos de historias oscuras y sombrías, donde el sufrimiento y la desesperación de los reclusos han quedado impregnados en las paredes. Las prisiones abandonadas, también conocidas como penitenciarías olvidadas, son sitios que evocan un aura de misterio y melancolía.
Los centros penitenciarios abandonados son lugares que evocan misterio y nostalgia. Estas construcciones, que en algún momento estuvieron llenas de actividad y reos, ahora yacen desoladas y olvidadas, testigos mudos de un pasado turbio.